Fiesta de Madre Mazzarello
Hoy con mucha alegría y entusiasmo, nuestra comunidad escolar celebró a nuestra fundadora del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, madre de muchas jóvenes, sabía guiar a las almas con gran realismo y sentido común. Unía una fuete y arraigada espiritualidad a una gran humanidad, fruto de su vida siempre vivida entre trabajo y oración, entre acción y contemplación.
Su santidad fue sencilla y cotidiana, de una mujer con un enorme deseo de evangelizar. Para ella era importante “hacer conocer y amar a Dios”. El Señor era su felicidad, una felicidad rebosante, que no podía reservarse para sí.
El regalo más hermoso para su fiesta, quizás, es precisamente redescubrir la alegría de una vida santa, en el día a día de nuestra vida, con un corazón capaz que sepa siempre remitir a un Mas allá de alegría y de amor.
Fotos